¿Te parecería justo que tus padres, después de obedecerles, te castigaran a ti para perdonar la desobediencia de tus hermanos/as?
¿Y acaso Dios necesitaba derramar la sangre de Jesús para perdonar a los pecadores?
¿No podía simplemente perdonar?
Estas son las preguntas que se hacen todos los musulmanes, ya que creen que cada uno es responsable de sus propios actos y nadie puede ser castigado por culpa del otro.
Los musulmanes creen que Dios es el más Justo, y no castigaría a una persona que se llevó la vida adorándole e invitando a la gente a adorar a Dios, para perdonar a los pecadores. Dios recompensa a quien hace el bien y perdona a quien quiere ser perdonado sin necesidad de ver sangre derramada. Dios es el Perdonador, el Compasivo.
Cada uno es responsable de sus actos, y Jesús vino para advertirnos de ello.
Cada uno es responsable de sus actos, y Jesús vino para advertirnos de ello.
"Nadie cargará con la carga de otro. Y si alguno, agobiado por el peso de su carga, le pidiera a otro que se la llevara, nadie podría llevarle nada, aunque fuera un pariente cercano." Sura al-Fâtir, 35: 18)
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